Recomendaciones para la vacunación
Las
recomendaciones de vacunación antigripal tienen como objetivo reducir la
mortalidad y morbilidad asociada a la gripe y el impacto de la enfermedad en la
comunidad. Por ello, se recomienda a las
personas que tienen un mayor riesgo de presentar complicaciones en caso de
padecer la gripe, a las que pueden transmitir la enfermedad a otras que tienen
un alto riesgo de complicaciones y aquellas que, por su ocupación, proporcionan
servicios esenciales en la comunidad.
La pandemia
producida en 2009 por la infección por el virus pandémico A(H1N1) ha puesto de
manifiesto la mayor probabilidad de presentar complicaciones tras la infección
en personas que presentan alguna condición clínica especial y que hasta el
momento no habían sido consideradas como grupos de riesgo, por lo que se les ha
incluido en las recomendaciones de vacunación de gripe estacional.
¿Quiénes se deben de vacunar frente a la gripe?
- Personas mayores o igual a 65 años de edad. Se hará especial énfasis en aquellas personas que conviven en instituciones cerradas.
- Personas menores de 65 años que, por presentar una condición clínica especial tienen un alto riesgo de complicaciones derivadas de la gripe o porque el padecer la enfermedad pueda provocar una descompensación de su condición médica:
- Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades crónicas cardiovasculares o pulmonares, incluyendo: displasia bronco-pulmonar, fibrosis quística y asma.
- Niños/as (mayores de 6 meses) y adultos con enfermedades metabólicas crónicas, incluyendo: diabetes mellitus; obesidad mórbida (índice de masa corporal igual o superior a 40); insuficiencia renal; hemoglobinopatías y anemias; asplenia; enfermedad hepática crónica; enfermedades neuromusculares graves o inmunosupresión, incluida la originada por la infección de VIH o por fármacos o en los receptores de trasplantes; enfermedades que conllevan disfunción cognitiva: síndrome de Down, demencias y otras. En este grupo se hará un especial énfasis en aquellas personas que precisen seguimiento médico periódico o que hayan sido hospitalizadas en el año precedente.
- Personas que conviven en residencias, instituciones o en centros que prestan asistencia a enfermos crónicos de cualquier edad.
- Niños/as y adolescentes, de 6 meses a 18 años, que reciben tratamiento prolongado con ácido acetil salicílico, por la posibilidad de desarrollar un síndrome de Reye tras la gripe.
- Mujeres embarazadas.
- Personas que pueden transmitir la gripe a aquellas que tienen un alto riesgo de presentar complicaciones: Trabajadores de centros sanitarios, de instituciones geriátricas, cuidadores domiciliarios y convivientes de personas incluidas en grupos de riesgo.
Consejos para prevenir la gripe
Los síntomas
de la GRIPE son fundamentalmente: fiebre, síntomas respiratorios, tos y
malestar general. Está causada por el virus de la influenza y es de fácil
contagio y transmisión entre humanos.
Para
afrontar la gripe, como cualquier otra enfermedad, es importante contar con una
buena salud y un sistema inmunológico fuerte que se consigue con unos hábitos
de vida sanos, con una alimentación equilibrada que incluya todos los
nutrientes necesarios y la realización de ejercicio físico. Evitar hábitos como
el tabaquismo o el sedentarismo nos pondrá en mejores condiciones para mantener
un nivel de salud importante.
Unas medidas
higiénicas adecuadas contribuyen a evitar la transmisión de determinadas
enfermedades. En este sentido, en caso de tos o exceso de mucosa utilizar
pañuelos desechables para tapar la boca y la nariz cuando se tosa o se
estornude, mantener una correcta higiene de manos y evitar el contacto de las
manos con la boca y los ojos. Extremar las medidas higiénicas mencionadas
anteriormente en los lugares donde exista aglomeración de personas o en
trabajos de cara al público, donde cobra especial importancia el lavado
periódico de las manos, que evita multitud de enfermedades que se
transmiten por esta vía.
La gripe es
una enfermedad causada por un virus y actualmente no hay medicación para acabar
con estos microorganismos. Esta gripe, como la gripe de todos los años, se
comporta de manera leve con lo que el tratamiento consistirá en medicación para
paliar los síntomas (medicación para la fiebre, para la congestión…) y se
indica al paciente que permanezca en casa descansando y mitigando los síntomas
asociados.
Es
importante realizar un uso adecuado y responsable de los servicios
sanitarios para evitar su saturación y facilitar su buen funcionamiento.
Hay que hacer uso de las urgencias hospitalarias sólo en los casos en los que
la gravedad sea extrema. Para resolver cualquier duda sobre cuestiones
sanitarias, los ciudadanos tienen disponible las 24 horas del día, los 365 días
del año, el servicio Salud Responde,
accesible con una simple llamadas al 902 505 060 o a través del correo
electrónico (saludresponde@juntadeandalucia.es). Los enfermeros que trabajan en el este servicio podrán indicar fármacos de
manera telemática –a través de receta electrónica- para aliviar los síntomas
gripales en aquellos casos de pacientes con síntomas leves. Salud Responde también facilita cita previa con el médico de familia o
pediatra si el paciente requiere atención facultativa programada, o lo deriva a
los servicios sanitarios de urgencia si fuese necesario.
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